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Los estilos de enseñanza del profesor/a
Por Sergio Uncala García
El estilo de enseñanza se define como un conjunto de orientaciones y actitudes que describe las preferencias de una persona cuando interactúa con el medio.

Las diferentes tipologías de estilos de enseñanza de los profesores/as han dado lugar a modelos tomados como marcos de referencia con los que el profesor/a puede identificarse o ajustarse según su comportamiento docente.

Weber (1976) en la revisión que hace de los estilos de enseñanza señala que éste constituye el “rasgo esencial, común y característico referido a la manifestación peculiar del comportamiento y la actuación pedagógica de un educador/a o de un grupo de educadores/as que pertenece a la misma filosofía.”
Es evidente que según las creencias en torno a la educación cada profesor/a va a desarrollar un rol concreto y específico, si es consecuente con sus propias creencias. A esas creencias, tradicional motor de nuestros comportamientos, cabe añadir variables de personalidad que condicionan formas concretas de actuación.
He destacado varios de los autores que han dado diferentes clasificaciones o tipologías:
A. Lippit y White
Hablan de tres estilos:
El estilo autocrático: aquellos profesores/as que deciden por sí solos todas las actividades o tareas a realizar, es decir, ellos son quienes toman todas las decisiones, organizando y distribuyendo, incluso, las actividades, permaneciendo distantes al grupo en su realización y evaluando de forma individualizada.
El estilo democrático: los profesores/as que planifican de acuerdo con los miembros del grupo, animando al grupo de alumnos/as a discutir, decidir, programar y distribuir las actividades: sugieren diversos procedimientos; participan como un miembro más y evalúan los resultados en función del grupo.
El estilo llamado laissez-faire: estos profesores/as se caracterizan por la falta de participación general, manteniéndose al margen lo más posible, dejando la iniciativa a los alumnos/as, y sólo cuando se requiere su opinión, interviene para dar su consejo.
B. Anderson
Propone dos estilos llamados:
El Dominador: que es fundamentalmente una persona autoritaria que recurre normalmente a mandatos y disposiciones exigentes, imponiendo las órdenes a la fuerza y que no acepta ni considera las decisiones autónomas de los alumnos/as.
El Integrador: es capaz de crear un clima social amistoso donde predomina el reconocimiento y el elogio, y no, la violencia; un ambiente donde la critica es constructiva y objetiva, y se toman en cuenta las iniciativas personales de los alumnos/as.
C. Gordon
Parte de la hipótesis de que un estilo de enseñanza está más condicionado por los grupos escolares y el sistema de enseñanza que por los profesores/as. Él distingue tres tipos de estilos de enseñanza:
El tipo instrumental: propio de los profesores/as que orientan su actividad docente a los objetivos de aprendizaje y centrados en la dirección y autoridad.
El tipo expresivo: orientado a satisfacer las necesidades afectivas de los alumnos/as; el profesor/a se preocupa, sobre todo, por satisfacer al alumno/a en lo referente a su rendimiento y a sus relaciones sociales.
El tipo instrumental expresivo: que es una mezcla de ambos y es propio de los profesores/as que pretenden combinar el interés por la enseñanza con su inquietud por las necesidades de los alumnos/as.
D. Flanders
Pretende captar la influencia que genera el comportamiento verbal del profesor/a en el clima del aula y en el rendimiento del alumno/a. En consonancia establece los siguientes estilos:
Estilo directo: consistente en exponer las propias ideas, imponiendo su autoridad y competencia.
Estilo indirecto: propio de los profesores/as que tienen en cuenta las ideas de sus alumnos/as, promueven el diálogo e influyen en los sentimientos de los alumnos/as.
E. Bennett
Comprueba que las tipologías anteriormente mencionadas tienen una serie de deficiencias, entre las que cabe destacar:
Parcialidad, ya que ignora aspectos muy importantes de la conducta docente.
Ambigüedad, puesto que varían el criterio de clasificación según las características de la muestra.
Dicotomía, pues no atienden a los múltiples estilos intermedios.
Este autor, en un intento de superar estas limitaciones elabora su tipología, que a su juicio es:
Global: donde se considera todas aquellas conductas del profesor/a que inciden en el alumno/a.
Precisa: que defina las características de cada uno de los tipos.
Completa: que permite definir todos los estilos que existen en la realidad.
De su estudio resultan 12 estilos situados en un continuo. La descripción de cada uno de ellos permite definir el estilo de enseñanza como un complejo entramado de comportamientos instructivos y de gestión del aula.
Progresistas o liberales: situados en un extremo, son los profesores/as considerados como serían aquellos cuyo comportamiento en el aula se reflejaría en características como integración disciplinar, motivación intrínseca, agrupamiento flexible, elección del trabajo por el alumno/a y cierta despreocupación por el control de la clase y el rendimiento. En relación con los aspectos directamente relacionados con los métodos de enseñanza aceptan las ventajas de los métodos formales para la adquisición de conocimientos básicos y la estructuración de entornos de aprendizaje que permitan una menor desorientación del alumno/a. Sin embargo, rechazan los métodos utilizados por sus compañeros/as con estilos formales para lograr la autodisciplina, el desarrollo personal del alumno/a, el equilibrio entre el trabajo individual y el colectivo y las mayores exigencias que conlleva el trabajo del profesorado.
Profesores catalogados como tradicionales o formales: se sitúan en el otro extremo y tienen características completamente opuestas a las anteriores: motivación extrínseca, elección mínima del trabajo por el alumno/a, agrupamiento fijo (clase total y trabajo individual) y preocupación por el control del rendimiento.
Estilos mixtos: se sitúan entre uno y otro extremo, son producto de la combinación de uno y otro estilo en grado diverso.
Mi opinión es que cada educador/a ha de elegir su propio estilo, marcar su propio camino y creer en él para poder llevar a buen puerto todas las actividades que hagan de sus alumnos/as grandes hombres y mujeres del mañana. Puede inspirarse en los anteriores autores, incluso en otros muchos que aquí no reflejo o ¿Por qué no?… Crear el suyo propio. TODO ES CORRECTO MIENTRAS NUESTROS ALUMNOS SEAN FELICES Y ALCANCEN SUS METAS.
Bibliografía:
Bennett, N (1979): Estilos de enseñanza y progreso de los alumnos. Madrid.
Morata.
Bennett, N (1986) Estilos, tiempo y tarea: tendencias cambiantes en la
investigación reciente de la enseñanza. En Galton y Monnb (Eds): cambiar la
escuela, cambiar el curriculum. Barcelona. Martínez Roca.
Flanders, N.A. (1984) Análisis de la interacción didáctica. Madrid. Anaya.



Comenta: ¿con cuál o cuáles estilos de enseñanza te identificas más?, en telesecundaria, ¿cuál crees que es más pertinente aplicar?


1 comentarios:

  1. considero que tengo un estilo de enseñanza mixto... Gracias por la información, podremos reflexionar nuestra labor docente

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